viernes, 29 de enero de 2010

PLAZA DE LOS MILAGROS DE PISA CATEDRAL


PISA

LA PLAZA DE LOS MILAGROS (Piazza dei Miracoli)

La Piazza dei Miracoli o Piazza del Duomo es una amplia área amurallada en el corazón de la ciudad de Pisa, Toscana (Italia) renombrada como uno de los principales centros de arte medieval del mundo. En parte pavimentada y en parte cubierta de hierba, está dominada por cuatro grandes edificios religiosos: El Duomo, la Torre inclinada de Pisa, (el campanario de la catedral), el Baptisterio y el Camposanto.


En 1987 la plaza fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



LA CATEDRAL

La catedral de Pisa es un gran edificio de estilo románico en mármol blanco, cuya construcción se inició en 1063 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín de la empresa pisana contras las Islas Baleares. Se fundieron en ella elementos estilísticos diversos para probar la presencia internacional de los mercaderes pisanos de aquellos tiempos.

La catedral fue consagrada en 1118 por el Papa Gelasio II, pero ya en la primera mitad del siglo XII fue ampliado bajo la dirección del arquitecto Rainaldo a quien correspondió el proyecto de la fachada actual, concluida por su grupo de maestros guiados por los escultores Guglielmo y Biduino.




El edificio tenía en la antigüedad planta de cruz griega y la cúpula sobre el cruce de ambos brazos. Hoy tiene planta de cruz latina, una nave central y cuatro naves laterales que conducen a un transepto bajo, muy sobresaliente, que también dispone de naves laterales y una cúpula en el crucero.






El interior está revestido de mármoles blancos y negros, tiene un techo a artesonados dorados del siglo XVII, en madera y pintado, por los florentinos Domenico y Bartolomeo Atticiati. El techo actual dorado muestra el escudo de los Médici.




En el punto de encuentro entre los transeptos y el cuerpo central se alza la cúpula con frescos de la Virgen en la gloria y los santos de los pisanos Orazio y Girolamo Riminaldi.

Las impresionantes columnas graníticas en estilo corintio entre la nave y el ábside provienen de la mezquita de Palermo y recuerdan a las mezquitas como la de Cordoba.

Además destaca el Púlpito de la Catedral, obra maestra de Giovanni Pisano, que sobrevivió al incendio 1595 y del cual hablaremos más adelante.

La iglesia conserva además las reliquias de San Raniero, patrón de Pisa, y la fragmentaria tumba de Enrique VII, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. La tumba, también desmontada y recompuesta, está en el transepto derecho, mientras que originalmente estaba en el centro del ábside.

Destacan las 27 pinturas que revisten la tribuna detrás del altar mayor, que fueron realizadas entre el siglo XVI y XVII por los mejores pintores de Toscana: Andrea del Sarto, El Sodoma y Domenico Beccafumi. Además, numerosos y preciados son los adornos del siglo XVII, entre los que sobresalen el crucifijo de bronce del altar mayor y los ángeles portacandelabros.






La cubierta inicial de la catedral de Pisa era de madera y su armadura fue sustituida en el siglo XVI por el artesonado que luce actualmente.





El ábside está decorado por el gran mosaico con Cristo en majestad, rodeado por la Virgen y San Juan Evangelista fue terminado con el rostro de san Juan por Cimabue en 1302, y sobrevivió milagrosamente al incendio de 1595. Evoca los mosaicos de las iglesias bizantinas y normandas.




El Púlpito de Giovanni Pisano

El púlpito de la Catedral, obra maestra de Giovanni Pisano, sobrevivió al incendio pero fue desmontado durante los trabajos de restauración y no fue repuesto hasta 1926. Con su estructura arquitectónica y la compleja decoración escultórea, la obra es una de las más vastas narraciones por imágenes del siglo XIV que refleja la renovación y el fervor religioso de la época.



En las placas, ligeramente curvas, se han esculpido con un lenguaje expresivo los episodios de la Vida de Cristo. La estructura es poligonal, pero por primera vez los paneles están ligeramente curvados, dando una idea de circularidad nueva en su género. Igualmente originales son:


· La presencia de cariátides, figuras esculpidas en el lugar de simples columnas, que simbolizan las Virtudes.
· La adopción de ménsulas en lugar de arcos para sostener el piso alzado.
· El extraordinario sentido del movimiento, dado por las numerosas figuras que llenan cada espacio vacío.


Por estas cualidades unidas a la técnica narrativa de las nueve escenas es considerado como la obra maestra de Giovanni y de toda la escultura gótica italiana.


*LA FAMILIA PISANO


Nicola Pisano fue un escultor italiano al que se considera el último escultor medieval gótico o el primero del renacimiento. Su obra del púlpito del baptisterio de Pisa, en 1260, puede considerarse como algo sin precedentes en la escultura italiana, haciendo confluir muchos estilos y a la vez consiguiendo una unidad artística insuperable. También realizó en púlpito de la catedral de Siena, de menor influencia clásica pero relieve más profundo y composición más hábil.


Su hijo, Giovanni Pisano (1250-1314) fue escultor, pintor y arquitecto y recibió su formación en el taller de su padre. Trabajó con él en el púlpito de la catedral de Siena. A la muerte de su padre, acaecida hacia 1284, se estableció en Siena, probablemente después de ser nombrado maestro de obras de la catedral. Se ocupó sobre todo del diseño de la fachada que, sin embargo, no se llevó a cabo en su totalidad como él la había concebido, y de la realización de las esculturas que debían embellecerla que constituyen un caso único en el estilo gótico por la variedad de las posturas y expresiones, y por su concepción intensamente dramática.


Es, de hecho, esta inclinación de Giovanni Pisano hacia el realismo y la tensión dramática la que ha conducido a los críticos a considerar que desempeñó, en la escultura, un papel semejante al de Giotto en la pintura. En 1297, Giovanni se trasladó a Pisa, donde ocupó el cargo de maestro de obras de la catedral. Simultaneó este trabajo con la realización del púlpito.


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