EL GÓTICO
CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA GÓTICA
Muros
Para soportar el empuje del peso de las bóvedas, en vez de construir gruesos muros como se realizaba en el románico, en el que los contrafuertes adoptaban la forma de pilares adosados exteriormente al muro, con un ancho creciente en su base; los arquitectos góticos idearon un sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas.
Los botareles y demás contrafuertes se decoran, montando pináculos sobre ellos para que tengan más peso y resistencia, logrando así con estos remates el doble fin constructivo y estético.
La reducción de la estructura al mínimo imprescindible permitió la apertura de grandes huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha: el vitreaux.
Las ventanas del periodo de transición se manifestaron como las románicas, de arco apuntado. Sin embargo, mas tarde se ostentó el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con calados de piedra, los cuales se formaban de rosetoncillos combinados, siempre sostenidos por columnas o parteluces. En el siglo XIV se desarrolló la tracería con la multiplicación de los rosetones pequeños, mientras que adelantando ya el XV se combinaron las líneas formando curvas serpenteantes que constituyeron el calado flamígero. Algo similar se observó en los grandes rosetones que se colocaron en lo alto de las fachadas.
Las Ventanas y los rosetones solían cerrarse con magníficas vidrieras en las cuales se manifestaban situaciones bíblicas, imágenes de santos y todo tipo de veneraciones a la divinidad. Las mismas estaban compuestas por fragmentos de vidrios pigmentados y unidos mediante varillas de plomo o, simplemente, por un vidrio uniforme coloreado a modo de lienzo, los cuales reflectaban, mediante la luz solar, un innovador efecto visual a través de los grandes espacios interiores de la catedral.

El arco apuntado: puertas y ventanas

El arco apuntado fue uno de los elementos técnicos más característicos de la arquitectura gótica, bajo influencias del estilo borgoñón, sucediendo al arco de medio punto, propio del estilo románico. A diferencia del anteriormente mencionado, este arco fue mucho más esbelto y ligero, y, transmitiendo menos tensiones laterales, permitió adoptar formas más flexibles salvando, a su vez, mayores espacios.
También llamado ojival, el arco apuntado se compuso mediante dos tramos de arco formando un ángulo central, en la clave. La sección del arco ojival reproduce los nervios, cada vez más complejos, del sistema gótico, que también se manifestaron en las mismas molduras del pilar. Gracias a este diseño, se pudieron desviar mejor las fuerzas oblicuas del arco.

La portada gótica admitió la misma composición fundamental que la románica, pero multiplicó las arquivoltas y añadió una mayor elevación de líneas con finura escultórica, guardando siempre en los arcos y los adornos la forma propia del nuevo estilo. Sobre la puerta solían colocarse gabletes elevados.
Las portadas más suntuosas llevaban imágenes de apóstoles y de otros santos bajo doseletes entre las columnas, flanqueando al ingreso, el cual estaba dividido por un parteluz que servía de apoyo a una estatua con motivos bíblicos.
http://www.youtube.com/watch?v=Di5HXPfYiMI&feature=fvw
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